La Semana de Pasión tiene lugar justamente 7 días antes del Domingo de Ramos, comenzando el Domingo de Lázaro y finalizando el Sábado de Pasión.
Estos días tiene lugar aquí el recorrido por las calles de dos grupos de hombres, que entre los recovecos de las callejones y escondidos entre la penumbra de la noche, entonan un canto de dolor, desgarrador, de tragedia... de pasión.
Son solamente hombres, sin instrumentación alguna, sólo un pequeño diapasón con el cual poder dar la primera nota y así estar afinados. Cantan a 4 voces, todos a una, con el relente de esos días, que no suele ser poco, calándoles los huesos.
Aunque son dos grupos los que cantan, yo tengo predilección por uno, por la "primitiva", aunque conozco a gente de ambos, pero al cantar mi padre en uno de ellos, los he escuchado desde que puedo recordar, de ahí mi gusto por seguirlos.
Desde que tengo uso de razón me gusta salir a escucharlos por las calles de mi pueblo... detrás de ellos, como una sombra, buscando el sitio más apropiado, en donde las voces lleguen a mi con más claridad, más potentemente, siempre entre la penumbra...
Ellos siempre caminan delante, los que los seguimos, que a determinadas horas de la noche solemos ser bastante pocos, salvo los dos últimos días, a una cierta distancia, dándoles esa lejanía a veces necesaria, para que hablen entre ellos, comenten, o simplemente decidan la siguiente parada, porque aunque el itinerario está establecido, suelen haber sorpresas... o cantan una más, o 100 metros más adelante, etc...
Escuchar en el silencio de la noche esas voces, sin más acompañamiento que ellas mismas... escuchándolos solamente a ellos, bueno, y a esos coches y motos, que sin delicadeza alguna pasan haciendo más ruido que otra cosa... antes, hace años, cuando ellos cantaban, los coches que pasaban por allí, paraban el motor, y bajaban las ventanillas... y escuchaban desde sus sillones a unos pasos esas voces, hoy en día, la gente va con prisas, sin cuidado de nada y por nadie, y así, pasan de puntillas por muchas de las cosas que hacen que esta vida merezca la pena.
Cantan por las calles y plazas una estribillo y una colativa, lo que varía son las colativas, en cada parada, en cada estación, es una diferente... En determinados lugares, además se puede escuchar cosas tan preciosas como " A la sombra de una torre", el viernes de dolores en la plaza de la centuria romana, bajo el balcón que era de su antiguo director y compositor de la parte musical de esta pieza, y también "La Salve", también el viernes de dolores como ejemplo en las callejuelas de detrás del Colegio Jesús María, y el Martes de Pasión en el Claustro Catedralicio, ante la Virgen de la Soledad.
El Sábado de Pasión se da el encuentro en la Plaza de la Universidad entre las dos pasiones, que cantan el jueves santo, mas una colativa, y también La Salve por el grupo de la "primitiva" y La sentencia por el otro grupo, llamados extraoficialmente "de las capas". A su vez también se juntas los clarines, las "gemelas" y la bocina, todos los instrumentos de viento que salen abriendo las procesiones de Semana Santa.
Puedo decir que me gusta la Semana Santa de mi pueblo, es muy rica en imagineria, en miles de nazarenos, kilos y kilos de caramelos, mucha vela y cirio, mucho penitente "supuestamente" arrepentido, mucha gente sentada viendo pasar "pasos" y más nazarenos... un fervor a nuestra semana santa que deja de ser santa, porque con el paso de los años se prostituye disfrazada entre caramelos y comilonas, golpes de pecho de determinados "personajes" dentro de la "élite" de nuestra ciudad...
Por eso prefiero la Semana de Pasión, donde toda la hipocresía, deja paso al grupo, al canto, a la noche, al relente, al estremecimiento, al recogimiento, al perdón, al arrepentimiento... al sentir de unos hombres... de un pueblo
Como me gustaría ser hombre cuando llega esta semana...
Jueves Santo. De mañana, antes de salir el sol, iba el Rey de las almas
contemplando su Pasión, con la Reina soberana.
Por ventanas y balcones mucha gente se asomaba, al tropel de los sayones.
"¡Qué muera Jesús -clamaban- en medio de dos ladrones!"
Un abrazo muy cruel le dio a Jesús el vil Judas,
y también le dio a beber el cáliz de la amargura: vino mezclado con hiel.
Un cordel a la garganta lleva el Divino Cordero;
y delante un pregonero, que su infame voz levanta contra Jesús Nazareno
Viernes Santo, ¡qué dolor! Fue Cristo crucificado, alma mía, por tu amor,
allá en el monte Calvario, por salvar al pecador.
Viernes Santo, ¡qué dolor!
El más brillante Lucero perdió todo su esplendor
a la sombra de un madero, por salvar al pecador.
Quedáos con Dios, Madre mía:
vuestra bendición espero, porque ha llegado ya el día
que, enclavado en un madero, se cumplan las profecías.
CANTORES DE LA PASION
CANTORES DE LA PRIMITIVA PASIÓN DE FEDERICO ROGEL
* Video Promocional de este año 2012, realizado por LOS CANTORES DE LA PASION
ENCUENTRO BOCINA, GEMELAS, CLARINES Y PASIÓN DEL SÁBADO DE PASIÓN