martes, 24 de abril de 2012

yo no quiero un principe azul... prefiero un lobo feroz

"Sálvame de las aguas mansas, que de las bravas ya me libraré yo"

( Hace tiempo era demasiado confiada, pensaba que todo el mundo venía con la verdad por delante, que la gente, por el mero hecho de ser personas, eran íntegras, por lo menos conmigo... JA! Ahora es todo lo contrario... soy desconfiada demás, a veces muuucho, pero otras veces incluso me quedo escasa...)
Nunca entenderé la manía del ser humano de mentir, y sobretodo cuando el tema es relacionado con el sexo, que suele ser habitual.
Porqué no decir lo que realmete se quiere? Porqué dar vueltas si conforme a  más vueltas  se le de más se termina faltando a la verdad?
Los hombres, y sí hablo del género masculino porque con el femenino no he tenido estas experiencias, te cuentan bellos cuentos de hadas, palabras hermosas susurradas con dulzura al oido, donde te describen como te harían el amor y al día siguiente te llevarían el desayuno a la cama, cuando lo que realmente quieren es mantener sexo hasta caer exhaustos sobre un colchón, por decir algo "bueno", dormir... y ya mañana será otro día, donde tú, claro está, no estarás presente.
Algunos dirán que son palabras sinceras, que realmente les nace decirlas así, y no dudo de ello, pero tampoco desconfío de lo otro. Como dijo Almodovar " porque lo llaman amor, cuando quieren decir sexo?"
Quizás son palabras que nadie espera leer, pero todos necesitamos saber.
Hay que huir de las palabras dulces, de aquellos labios que nos cuentan milongas tan azucaradas que sólo de escucharlas nos entran comas diabeticos, porque son ellos los lobos con pieles de corderos, lo que sólo planean una cosa: prometer y prometer hasta el meter, y una vez metido... nada de lo prometido.
Este es el motivo principal del porqué se debe saber distinguir entre sexo y amor, se puede disfrutar del sexo sin sentir amor, y si te lo planteas mirando todo lo que hay a tu alrededor puedes llegar a no enamorarte nunca de esa persona que sabes que te va a traer de todo menos alegrías. Aunque, puestos a pedir, desearíamos poder tener sexo con amor, sientiendo aunque sea poco, que ya el mucho vendrá cuando le toque, pero que tenga la valentía suficiente para decirte a la cara lo que quiere y deja de querer.
Por eso prefiero alguien que venga con la cara descubierta, que se le vea venir de lejos, porque a este tipo de gente sabes con antelación sus jugadas, y no suelen mentir, ni lo intentan. Lo gente minsa, aquellas que parecen ser los "mas buenos del santoral" son los más peligrosos. Como diría mi madre "nunca te fies de ningún santo que necesite ir al baño". Éstos son lo que suelen engañar,(y aqui me vale la adulteración de hechos, la ocultación de datos, etc...) los que intentan esconder sus verdaderas intenciones debajo de miles de historias, a saber cual de todas más inverosímil.
Así que no quiero un principe azul, que me relate al oido lo hermosa que soy, lo bien que está a mi lado, etc... yo prefiero un lobo feroz, de esos que te miran a los ojos, y sabes que es lo que quieren, los que no tienen miedo y les sobran reaños para decirte abierta y claramente cuales son sus intenciones, y sabiéndolo poder actuar según lo que quieras o busques en ese momento, porque de éstos, pese a lo contradictorio de la vida, de éstos sí que me fío.
Además no nos olvidemos que los lobos al fin y al cabo son animales,y a estos se les amansa con la música, pero los Pincipes terminan convirtiéndose en ranas, que nos nos cuenten patrañas, que no sucede a la inversa.


* A mi suecia más cry... ella sabe porqué.

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