domingo, 8 de enero de 2012

Si 15 años después...

Aquí va suecias... por vosotras!!!!!

Hace un par de años se puso de moda quedar con los compañeros del colegio para cenar. La verdad es que yo pensaba que a mi no me iba a llegar esa grata experiencia, pero como con muchas otras cosas, en esta también me equivoqué
Hace un año se pusieron en contacto conmigo a través de ese grandioso medio de interacción que es el famoso facebook unas compañeras del cole. La verdad es que las dos primeras personas que me agregaron y me comentaron algo me hizo ilusión volver a hablar con ellas.
Un mes de preparatorios, que si elegir el lugar, que si la fecha, que si el menú... imaginaos lo que es poner de acuerdo a un buen numero de gente, y ello sumadle el hecho de que lleváis sin hablar más de 15 años, en resumidas cuentas... Un caos.
Creo que sólo un par de personas por clase tienen el don de convocatoria, o porque nunca se han llevado mal con nadie, o porque sus personalidades las hacen afines a una gran mayoría, o por sus formas de ser afables y cariñosas, no se el porqué es así, pero el hecho es que en mi clase sólo había una persona capaz de hacerlo, y lo logró. Consiguió que unas 22 personas que en su momento compartieron unos 10 años de sus vidas, pero que actualmente son completos desconocidos, se reuniesen. Fue ella la que logró poner orden en ese caos de ideas, y a día de hoy, y creo que siempre, se lo agradeceré.
Me acuerdo de esa noche... los nervios a la hora de vestirme, pensando qué personas acudirían, cómo les habría tratado la vida, y si habría armonía entre todos.
Cuando llegué al Restaurante (por cierto la comida de una calidad pésima ), solamente había una persona allí, que además no vive lejos de mi, pero no lo veo nunca... Y aun pasados los años, seguía siendo una de las personas con la sonrisa más sincera que he conocido, y eso hizo que los dos empezáramos a conversar con un par de rubias entre las manos y que nuestros primeros nervios se marcharan por la puerta.
Al cabo de un rato, es decir, dos cañas más, empezó a aparecer gente. Algunos mostraban más efusividad que otros a la hora de saludar, se notaba que estábamos nerviosos ante la incertidumbre de lo que nos depararía aquella cena, pero en esos momentos, aparecía el chascarrilo de aquel que en clase provocaba la carcajada general, y que aun hoy logra producir el mismo efecto, y hacía que todo se fuera relajando.
No hubo problemas, por mi parte, en reconocer a todos mis ex-compañeros, salvo con uno, que si la vida da vueltas, a este se las han dado pero en estirones y ejercicio. Y pensar que yo estaba loquita por él en el cole, bajito, redondito, con cara de bonachón... El niño que a mi me gustaba se lo había comido con patatas el hombre que tenía ante mi, y casualidades de la vida nos sentamos enfrente el uno del otro para cenar.
Conforme la gente aparecía, ya esperabas con ansias saber quien faltaría más por venir y quien no iba a aparecer. Hubo gente que entendí que no viniese, y otra mucha que me hubiera apetecido mucho ver, pero que por una u otra razón decidieron rehusar la invitación.
Entre todos sólo había un par de personas que sabía de ellas, de sus vidas... pero el resto fue un... vamos a ponernos al día... y que bajón! La mayoría están casados, algunos con más de un niño, y otros que estaban a punto de lo primero o de lo segundo. Vamos, que salvo dos o tres, los demás parecían padres y madres, amas de casa y esclavos de sus trabajos, aquello que cuando tienes 14 años juras y perjuras que nunca lo serás, pues en esos mismo se habían convertidos casi todos.
Cuando te juntas con tanta gente, y más si hace tanto tiempo que no tienes relación, terminas haciendo piña con los que, por diversos motivos (soltería, sin niños, etc...), tienes más afinidad. Y eso me pasó a mi.
Al cabo de un rato, ya estábamos 5 chicas a un lado de la mesa charlando de nuestras cosas, hablando de lo que había pasado en nuestras vidas tras tanto tiempo sin vernos, comentando situaciones que estábamos viviendo en ese preciso instante, etc...
Nosotras hicimos un subgrupo, lo reconozco, pero... por él que a día de hoy tengo un grandísimo motivo por el que gritar GRACIAS!!!
Desde esa cena he encontrado un grupo de amigas, que empezó con 5, después pasamos a ser 4, pero los estudios son los estudios, los exámenes una putada pero son con lo que te califican lo que has estudiado, y ellos hacen que muchas veces seamos 3, con las que puedo quedar, salir, hablar... y sí, por supuesto, beber!
Quedamos como mínimo cada mes... aunque hay meses que por diversos motivos no hemos podido vernos, pero al siguiente mes repetimos, o ya hacemos nosotras por estar en contacto, que para ello el "caralibro" viene estupendamente.
Cuando conseguimos ponernos de acuerdo en un día para vernos y lo dices en casa, tu madre ya te mira diciendo "vamos, que hasta las 7 no apareces, no?" jajajajajajaa... pero esto ya no sólo lo dice mi madre, es que lo dice cada una de nuestras madres, sólo con mentar que has quedado con las del colegio, ya sabes que te van a decir.
Somos diferentes, cada una tomó un rumbo muy dispar desde que salimos del colegio, hemos vivido experiencias distintas, estado en diversos lugares, nos hemos relacionado con gente muy heterogénea... Hemos crecido, hemos madurado, hemos cambiado, cierto, pero seguimos teniendo dentro de cada una de nosotras la misma esencia que teníamos 15 años atrás.
Y aun siendo diferentes nos entendemos, a veces yo me pierdo con determinados grupos de música, o ellas se pierden cuando yo nombro alguna cosa... pero se explica, nos reímos, incluso se hace si se puede, y sin problemas.
Si tenemos que disfrazarnos de zombies, nos disfrazamos mejor que nadie y disfrutamos como enanas, si nos apetece pintarnos los morros de rojo pasión, se pintan y nos hacemos una sesión fotográfica que le quita el hipo a más de uno, y si un día nos da el venazo y nos nace subirnos al seminario a las 6 de la mañana para fumarnos un cigarro tranquilito, subimos y punto, o nos sentamos en una terraza y empezamos a ver desfile de modelos a cual de todos mas hortera, y mi discreción hace que terminemos riéndonos, o si entre una y otra, terminamos hablando en suecio con un grupo de música, mientras otro saca un diccionario de inglés con dibujitos...
No me puedo quedar con un sólo momento de nuestras quedadas, ni con un sólo día, ni con una sola risa ... porque es un conjunto de todas estas pequeñas cosas las que hacen que esté deseando que llegue el siguiente día en el que podamos quedar.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo puedo decir que soy una de ellas y que estoy feliz del reencuentro, para mi has sido todo un descubriemento el "volver" a conocerte...Eres grande¡¡¡¡ Y si¡¡¡ nuestras noches son insuperables¡¡¡
pd: una suecia muy sucia a lo cry baby¡
muak¡

Anónimo dijo...

No se como empezar,las casualidades de la vida,se suele decir;hace un año aproximadamente una compañera y por el gran medio que es "face",contacte con ella y con varios compañeros de clase,que ya habia clelebrado esta cena;como con los números nunca me lleve especialmente bien,no puedo precisar las ediciones exactas pero ya habian sido varias,todos deiciendome que fuese ya que en ese momento aún vivia allí.Incluso quede con esa compañera,a tomar un cafe en la cafeteria de al lado de mi antigua casa en mi Gijón del alma...bueno,la cuestión es que este año al venirme para aqui,no pude asistir;y me quede realmente con la ganas.Asi que este año,iré por que gracias a esto....se me apetece.