miércoles, 10 de octubre de 2012

Todas nuestras sombras...

Acabo de leerme la trilogía de "50 Sombras de Gray" de E.L. James. Empecé con ella por recomendación de unas cuantas amigas, que si es increíble,  que si te pone a cien, que si se lee con una sola mano... Y yo, que me lo leo casi todo, decidí ponerme a ello.

Admito que no me los compré, sino que me los pasaron en formato .pdf y entre mi portátil y el e-book me los leí. Prefiero el papel, la verdad, donde esté la emoción de pasar las páginas, la sensaciones ante el olor de un libro nuevo, etc.. que se quiten los nuevos formatos. Llamadme romántica, pero es así.

Su lectura me ha durado un fin de semana, no me gusta dejarme los libros a medias, e intento leérmelo de golpe, aunque es casi imposible, porque si me gusta leer, más me gusta hacerlo por la noche, mientras escucho a Bach, Chopin, o Pachelbel. Por eso el viernes me dieron más de las 6 de la madrugada con el primer libro, pero me fui a la cama con la satisfacción de habérmelo terminado en el mismo día, aunque con el desasosiego por continuar con el siguiente (siempre me pasa, sobre todo cuando se trata de varios libros donde se desarrolla la misma trama, que necesito el siguiente como necesitamos el aire para respirar, será por eso que me aficioné a los fanfictions, o fanfics).

Es una lectura rápida, no da muchos problemas a la hora del lenguaje utilizado, salvo ciertas expresiones dentro del ámbito en el que se mueve el personaje masculino principal, pero la autora enseguida da una explicación de lo que se está hablando, para no perderse entre determinada terminología. No esperemos que sean libros con una prosa increíble  no estamos ante ningún Shakespeare o Cervantes, sino más bien ante una amante del género hipercomercial y juvenil como es la saga Crepúsculo.

Que la existencia de estos libros se haya extendido por el globo como la pólvora es gracias a las mujeres, no oirás a casi ningún hombre que se los haya leído, que los esté haciendo o se proponga hacerlo, y que además los recomiende, y yo creo que es un error. Está más que claro que es un libro escrito por una mujer y pensado para mujeres, por ello lo llamarán, digo yo, porno para mamás, pero ello no quita, sino que para mi opinión sería todo lo contrario, que los hombres los leyesen incluso con más avidez, para ver como escriben las mujeres sobre ellas mismas y que es lo que tanto nos gusta, como para que féminas que en la vida habían abierto un libro, estén ahora enganchadísimas a esta trilogía.

Todo el mundo sabe que en este libro se va a encontrar alto contenido erótico-festivo, y aunque es una parte importante para la trama, ni mucho menos la veo como la principal. Detrás de todo el alto voltaje sexual se esconden las miserias que todos podemos tener en algún momento, elevado a la máxima potencia en algunos momentos.

50 sombras, 50 caras de una misma moneda, 50 miserias de una persona, 50 formas en que nos ve la gente, 50 partes de nuestra forma de ser, 50 maneras de vivir, y así con miles de ejemplos más.

A todos nos pueden ver cientos de caras, depende de con quien te estés relacionando, nunca te verán igual tus jefes, que tus padres, que tu novi@, que los colegas del barrio.. lo normal, es tener un registro para cada uno de ellos, aunque siempre están los que dicen que son igual independientemente de a quien tengan delante... yo no me lo creo.

Todos tenemos una parte que no nos gusta de nosotros, o que a los demás no les guste, esto último a mi me deja tranquila. Pero todos conocemos a alguien que te cae bien, o te gusta, pero que tiene algo que no te termina de convencer, o que hace que en algunos momentos te cueste incluso soportar, y normalmente estas son las cosas que se tratan de esconder, los que son conscientes de ello, claro.

Yo soy como soy, cierto, y ante cualquier circunstancia tiendo a que mi respuesta sea la misma, pero obviamente, no puede ser lo mismo si estoy en un ámbito familiar, laboral o de cañas.

No podemos pretender conocer a todas las personas profundamente, para ello se necesita mucho tiempo y paciencia como la del Santo Job, o más, pero lo que si que debemos intentar hacer es conocernos a nosotros mismos, saber de verdad lo que nos gusta, lo que no queremos, lo que para nosotros es insoportable o inadmisible, en definitiva, todas nuestras sombras... y cuanto más nos conozcamos a nosotros, podremos intentar conocer y entender a las demás personas.











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